La OMS ha armado la de Blas. Su estudio sobre las carnes procesadas ha puesto la lupa en una realidad que desde hace mucho tiempo son muchos los que vienen alertando. Como siempre la comunicación ha fallado y ha emborronado el mensaje. Los productos procesados se venden en grandes cantidades porque el tipo de vida que llevamos nos quita tiempo de la cocina y por lo tanto tiempo de la salud. Vamos a lo rápido, a lo que está ya hecho, ¿un rabo de toro guisado con tiempo o unas salchichas de paquete y no me complico? Un mensaje así no se puede lanzar sin anestesia social porque lo que ocurre es el efecto rebote: No sólo no me lo creo sino que voy a consumir más. Cada cual que actúe en conciencia, los mensajes se siguen lanzando. Seguro que os ha llegado la información de un médico con su bata blanca y su mesa y sus recetas, que ante una enfermedad o un proceso convaleciente le dice al paciente: “Hay que cuidar la alimentación, ahora a comer producto fresco, nada de preparados, todo ecológico….” Muy bien y yo me pregunto ¿Por qué no me lo has dicho antes de que enfermara?. Digo yo que me habría ahorrado toda esta mierda. Eso está ocurriendo. Así que cuando mi endocrino Doctora Gema Godoy me da un montón de pautas antes de que tenga ninguna enfermedad yo la pienso hacer caso. Ella es una gran experta en endocrinología y nutrición, la habréis visto en la tele y habréis leído sus artículos en numerosas revistas. Por interés personal y ahora profesional se ha empapado bien y nos aconseja algunos alimentos que debemos incluir en nuestra dieta para plantarle cara al cáncer. Yo lo comparto contigo porque son muy sencillos.
-Un yogurt probiótico diario. Los probióticos son microorganismos vivos que provocan en nuestro cuerpo gran cantidad de beneficios. Lo ideal es hacerlos tú mismo, yo los hago y es muy fácil, prometo receta en breve.
-Los niveles de antioxidantes son muchísimo mayores si se toman los frutos secos crudos con la película que les rodea!!
-Si te comes 3 ó 4 aceitunas al día con hueso preferiblemente de Kalamata (una variedad de aceituna negra originaria de Grecia) tienen unos niveles salvajes de polifenoles, casi como un litro entero de aceite de oliva .Curiosamente tienen que ser con hueso porque cuando les quitas el hueso sufren un proceso que hacen que pierda antioxidantes. Y hay que evitar las aceitunas negras que están maduradas mediante un método industrial llamado oxidación de California que encima aumenta mucho las acrilamidas que son cancerígenas, y les funde los polifenoles.
-Se debe tomar la col o el brécol crudos o en su defecto incorporar hojas de rúcula cruda cuando los comes para poder aprovechar todos los nutrientes una vez que están hervidos.
-Las ensaladas espolvoreadas con orégano aumentan un 200% los antioxidantes.
-El tomate cocínalo siempre con aceite de oliva virgen en vez de cualquier otro aceite porque genera muchos más antioxidantes.
-Cocinar la carne con vino, verduritas, ajo y romero disminuye la reacción de Maillard y se generan menos productos tóxicos.
-Macerar las carnes con limón o con ajo hace que aunque las hagas al horno a altas temperaturas también tengan menos toxicidad.
-La cebolla frita 5 minutos aumenta los polifenoles pero si las fríes 10 los disminuye
–Ajo crudo dos veces a la semana y de ahí para arriba, es muy fácil echarlo en las ensaladas o gazpachos.
-Toma cada día cúrcuma mezclada con pimienta. Estas dos especias juntas tienen un poder anticancerígeno increíble.
-Si tomas carne que sea ecológica en el mercado hay muchas posibilidades. Evita el pescado de piscifactoría, le echan piensos con mucha química, opta por el salvaje blanco (merluza, bacalao, gallos…) o por el azul (sardina, caballa, atún de almadrava….) El salmón sólo que sea salvaje de Alaska. Es difícil encontrarlo a precios razonable pero lo hay congelado en Mercadona a precios de risa. No le des a los niños emperador (pez espada) los pescados tan grandes pasan mucho tiempo en el mar y tienen niveles muy altos de metales. Mejor pescados más pequeños.
Me encanta cuando voy y la Doctora intercambia tanta información generosa desde el punto de vista de un médico que entiende que la salud comienza en lo que comemos y sobretodo en cómo lo comemos. Son pequeños gestos, pequeñas cosas que podemos incorporar a nuestra comida día a día de forma fácil. Hay muchas más pero para empezar no está nada mal. Si tienes alguna propuesta cuéntamelo. Deja tu comentario aquí.
Laura pásanos la receta del yogur probiótico porfa!! Lo haces en yogurtera? Un abrazo
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Claro la pongo en una próxima entrada!!! Ahora tengo yogurtera pero he estado mucho tiempo preparándolos sin ella. Ya lo explicaré. Gracias por leernos
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