Me gustaría contaros como a los niños también se les puede hacer interminables los días de playa. A las mías les pasa que quince días después necesitan más emociones si no fuertes, que también, sí diferentes. La experiencia me demuestra tras trece y diez años después de empeñarme que me acompañaran a todos los museos interesantes, que a los niños, como en todo, es a lo que les acostumbras. Y ahora ellas nos lo piden. Málaga ha crecido culturalmente en los últimos años con la incorporación de importantes colecciones de pintura en pequeños museos que son una auténtica joya. Además del museo Picasso y la casa Picasso, la colección de del Museo Carmen Thyssen aporta gran valor artístico, sobretodo con pintura costumbrista difícil de ver en otros espacios. La sede del Pompidou se presenta ahora al remodelado Puerto de Málaga con un montón de actividades de ocio, sobretodo compras y gastronomía. Un cachito del museo francés gran sede del arte moderno en París.
Las niñas no se querían ir. El arte moderno causa pasión o rechazo, pocas veces te deja indiferente, pero ellas se sintieron atrapadas. Y ¿Por qué? Porque no tienen prejuicios ni perjuicios. La mayor con su móvil no paraba de fotografiarlo todo.

La pequeña disfrutó como la enana que es con su cámara, entendiendo lo que aporta al arte un montaje audiovisual, un montaje de sonido, porque en realidad a ellos no les sorprende, son una generación multimedia que ha crecido con otras formas de experesión y tienen claro que esto es un retrato. ¿Y tú?

Interactuar con elementos que pueden tocar, máscaras de madera para convertirte en personas sin rostro, o espejos de bigotes, gafas y labios que te arrancan una sonrisa.

El Museo es un estupendo recorrido para entender muchas cosas de la vida cotidiana, a los niños les puedes hablar de perspectivas, de colores con sus palabras y lo que les apasiona es la vida del artista y morirse de risa con una ocurrencia genial.

Encontrarse con una Hello Kitty de acero y poder construir gracias al montaje de un artista del que no se van a acordar del nombre la ciudad de sus sueños es atraparles. Te lo recomiendo encarecidamente, ya están pensando en volver en cuanto podamos. Porque los niños sí entienden de arte, son grandes críticos, lo que necesitan es que se cuente con ellos. Y tú ¿qué experiencias tienes con los niños en un museo?
